El calendario maya era solar. Usó de los años bisiestos e incluso de la corrección que usamos en la actualidad en el calendario gregoriano. Es la base de todos los calendarios precolombinos de Mesoamérica.
El año consta de 365 días, tiene 18 meses de 20 días más cinco días añadidos al final del año, llamados montemi o baldíos, en los cuales no se hacía nada. Parece que se distinguían semanas de cinco días, pero los sacerdotes usaban una semana de 13 días. Cada día de la semana se señalaba con un círculo, hasta trece. Este era el calendario sagrado (tzolkin), que constaba de 260 días, mientras que el civil (haab) era el de 365. El ciclo sagrado completo duraba 52 haabs.
Cada día del mes tenía su nombre:
Acalt (caña),
Océlotl (tigre),
Cuauhtli (águila),
Cozcacuauhtli (cuervo),
Ollin (los cuatro movimientos del sol),
Técpatl (pedernal),
Quiahuitl (lluvia),
Xochitl (flor),
Cipactli (serpiente emplumada),
Ehecatl (nombre de un dios),
Calli (casa),
Cuetzpallin (lagartija),
Cohuatl (culebra),
Miquiztli (muerte),
Mazatl (venado),
Tochtli (conejo),
Atl (agua),
Ytzcuiutli (perro),
Ozomatli (mona)
y malinalli (hierba retorcida).
Cada día, kin, se dividía en 16 partes, ocho desde la salida hasta la puesta del sol y otras ocho desde la caída hasta el amanecer.
Realizado por Alejandro Castillo Rueda, 2º ESO A.